25 julio, 2017

1º de 365. El visado electrónico


Ayer, por ser mi cumpleaños, acudieron a mi consulta un sinfín de pacientes propios y ajenos (tres colegas de vacaciones y sin suplentes). Cualquiera diría que se habían puesto de acuerdo para darme una fiesta, pero no; fue un dia "berlanguesco" y, además hoy, día de Santiago Apostol, ha sido como una repetición de ayer, asi que definitivamente no; nada de fiesta.
   Y ¿a que acude toda esa gente? Pues, como siempre, algunos; menos de lo que sería deseable, acuden demandando soluciones para autenticos problemas de índole médica; los que plantean el reto diagnóstico, que te obligan a recurrir a todas tus habilidades para el manejo del paciente y la aplicación de las mismas con el fin de conseguir que éste recupere su estado de salud.
   Sin embargo, la mayoría a lo que viene es a resolver problemas cada vez más alejados del ejercicio de la profesión médica y si relacionados con la vorágine administrativa.
   Me centraré hoy en el visado electrónico por ser el más reciente bodrio engendrado. No puedo remediar, antes de seguir, hacer hincapié en que el visado me parece absurdo, molesto, cuando no ofensivo por lo que supone de duda sobre nuestra integridad ética.
   Puedo entender que ante esta nueva modalidad y con un medicamento nuevo que requiera visado, tengas que seguir cierto protocolo, aunque podían haberse molestado un poco en que éste apareciera automáticamente para el fármaco en cuestión y no tener que salir del tapiz del paciente a buscar la plantilla y etcetera, etcetera. Lo normal, si la administración nos tuviera un poquito en cuenta, sería además que, para un fármaco que ya esta siendo visado por la Inspección en formato impreso, automáticamente pudiera seguir siendo visado electrónicamente, dentro de sus plazos correspondientes. Pues no, incluso en estos casos tienes que buscar la dichosa plantilla, rellenarla y contar con que a la Inspección Médica le cuadre la tontería; que no siempre es así, ni siquiera en estos casos en los que supuestamente ya estaba todo atado y bien atado. En compensación disfruto casi a diario de la dulce voz, aunque distorsionada por el teléfono, de estas queridas compañeras inspectoras; hacía tiempo que no me sentía tan solicitado.
   El visado electrónico es una muestra más de que nuestra posición como funcionarios se encuentra al final de una cadena de despropositos burocráticos y por tanto todos los embrollos que conlleva cualquier "mejora" que introduce La Administración supone incomoda sobrecarga de trabajo para nosotros, buscar soluciones chapuceras a los chapuceros protocolos y escasos beneficios para el paciente al que traemos loco de aqui para allá. La única diferencia en este caso es que nos ha salido un grano en el c... tanto a nosotros como a la Inspección; los males compartidos son menos malos.
   Añado una reflexión respecto a la receta electrónica: de momento algo no funciona bien porque no recuerdo desde cuando no hacía tantas recetas a mano como me veo obligado a hacer ahora, Y no creo que esta afirmación la puedan refutar ni los más entusiastas. Dicen que a principios de 2018 quieren que la receta electrónica no sea ya una alternativa, como ahora viene siendo, sino la única opción posible y también dicen que quieren incluir en la misma las prescripciones de los especialistas ¡Ji, ji! Además pretenden hacerla única y compatible para todas las autonomias ¡Jo, jo!
¡Compañeros, afilad vuestros bolígrafos! Electrónica... ¡Ja!

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