Me parece mentira, pero hace ya más de siete años que comencé (y tan solo eso hice) la publicación de este blog. Después me olvidé de él.
Gracias a la eficacia de los administradores de los recursos de Internet, cuando ya lo daba por perdido y me planteaba crear algún día uno nuevo, lo he recuperado y ello me ha impulsado a continuar hoy lo que tan solo esbocé entonces.
A pesar de que las herramientas para su creación y edición se han simplificado a lo largo de todo este tiempo y, por tanto, no parece tan difícil conseguir publicar e incluso darle un aspecto vistoso, sigue costándome a partes iguales tanto su manejo como acabar de encontrarle la utilidad divulgadora que sin lugar a dudas ha de tener.
Siete años han pasado y, sin embargo, la idea con que lo inicié; que en el titulo de manera no poco explicita puede ya adivinarse, sigue hoy igual de vigente, lo que no deja de ser lamentable.
Pero no hay que preocuparse; no digo yo que algún otro quejido se me escape; como afectado que soy, que sin
querer despierte la lastima del ajeno y atraiga la connivencia del
propio, pero, ante este pésimo mundo, aun me siento lo suficientemente
optimista como para complacerme también en regalar alguna que otra varieté cuando se tercie.
Voy a edificar este blog poco a poco como nuestros ancestros construían lo que había de durar para siempre: con una de cal y otra de arena.
Alfredo Falcó Sales, 2012
Voy a edificar este blog poco a poco como nuestros ancestros construían lo que había de durar para siempre: con una de cal y otra de arena.
Alfredo Falcó Sales, 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario